Soy consciente de la abundancia de bibliografia sobre este tema, y que además estamos frente un concepto muchas veces utilizado de manera superficial ya que dada su importancia en el ámbito empresarial no se deja de nombrar incluso cuando sabemos que no lo aplicamos.
Igualmente creo necesario, asumiendo el riesgo de pecar de reiterativo, rescatar lo esencial de este concepto, para crear un espacio de reflexión, que mejore la calidad del trabajo en la empresa.
Resulta contradictorio, mientras que en el ámbito personal, los modelos sociales ven como se desarrolla el individualismo, en el mundo de la empresa tendemos hacia lo contrario, es aquí donde el fenómeno se vuelve complejo, porque si bien los que gestionamos personas buscamos en muchas ocasiones diferenciar los papeles que cada persona juega dentro de la empresa de aquellos que utilizamos fuera, pretender esta abstracción es imposible y puede llevarnos al desconcierto, las personas somos un todo indisoluble que, antes o después, reflejamos en nuestro trabajo los modelos que llevamos dentro.
Sin embargo, tampoco debemos olvidar que nuestra evolución como especie, se ha dado gracias al desarrollo de nuestra capacidad de relacionarnos y buscar el beneficio para el conjunto, y de eso se trata el trabajo en equipo, por lo que ahora me centraré en las caraterísticas y ventajas que aporta la cohesión grupal, dirigida a un mismo objetivo.
Primero debemos preguntarnos como podemos generar que esta forma de trabajar se desarrolle en nuestras empresas, como podemos generar que un grupo de individuos, cedan parte de su espacio para hacer algo nuevo que los supere en su individualismo. Como decía el lema de unos grandes almacenes...”en este lugar trabajan personas normales que juntas hacen un trabajo extraordinario”..
Los puntos que deben trabajarse son los siguientes:
En primer lugar se deben generar actividades comunes en relación a los objetivos que se han planteado y en segundo lugar estas actividades deben generar unas relaciones interpersonales fuertes que generen la sinergia entre las personas. Para esto es fundamental que se establezca un clima de confianza, ingrediente básico de cualquier relación humana.
Entre otros aspectos, es importante lograr una armonia entre los objetivos de las personas que forman el grupo y aquellos que se propusieron al conformarlo, si no es así se volverá disfuncional y generará un descontento que antes o después contaminará el funcionamiento de los miembros.
También es necesario que todos compartan la misma meta, ya que de esta manera las diferencias de opinión y de métodos se imponen por un criterio de consenso y de eficacia para conseguir finalizar la tarea.
En relación al punto anterior se debe generar una unión afectiva entre las personas implicadas, ya que será la manera que cada uno de lo mejor de sí y no especule con los otros.
Tampoco olvidemos la importancia de contar con unos canales de comunicación sin interferencia, capaces de soportar muchas formas distintas de interacción en un clima donde el respeto esta por encima de todas las reglas, resaltando que la diversidad es la fuente de los caminos creativos.
Finalmente es fundamental que los miembros generen un compromiso con las conclusiones, aunque no se vea reflejado mi propio punto de vista, este tipo de trabajo debe respetar la decisión de la mayoria y asumir las consecuencias.
*Publicado el 24/11/2006 en www.rrhhdigital.com Periódico Online de Recursos Humanos. http://www.rrhhdigital.es/editorial_ampliada.asp?id=521
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